El trato de pareja supone una mayor interacción personal en comparación con los servicios ofrecidos por una escort; cabe destacar que el grado de interacción cambia dependiendo de la persona. La característica principal es que no existe una prioridad principal en tener sexo, sino tener una experiencia más íntima y personal.

Las sesiones suelen durar más que un servicio normal, “sin prisa”; lo que significa que la escort utiliza todo el tiempo contratado en lugar de reducir la sesión al tiempo empleado en el coito. Los servicios incluidos en una GFE (Trato de enamorados) son besos, caricias, coqueteo y juego sexual.